miércoles, 28 de agosto de 2013

"Jesús, ¿a quién iremos?"

: Juan 6:66-69 A partir de entonces muchos de sus discípulos dejaron de seguirlo, y ya no andaban con él. Entonces, Jesús dijo a los doce: "¿También ustedes quieren irse?" Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído, y sabemos, que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." En la vida hay muchas cosas que son difíciles de creer. Pero que sean difíciles de creer no siempre quiere decir que no sean ciertas. ¿Verdad?

domingo, 4 de agosto de 2013

Corina

 Lectura: 1 Pedro 4:7-11 Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. —1 Pedro 4:9 El invierno pasado, estábamos ayudando a acomodar cajas con materiales en un evento de Nuestro Pan Diario, cuando Corina nos saludó. Era a mediados de la mañana, y ella estaba segura de que debíamos tener hambre y sed. Le dije que estábamos «bien», pero ella respondió: «Yo sé que están bien, pero necesitan comer algo».
Pocos minutos después, regresó con un poco de agua fresca y algo para comer.

 Durante los dos días que estuvimos allí, Corina pasaba para ver si necesitábamos algo, nos traía comida y agua, y se llevaba la basura. En una ocasión, le agradecí, diciendo: «Corina, tienes el don de la hospitalidad, ¿no es así?». Ella bajó la vista y contestó: «No lo sé. Pero usted escribe los artículos devocionales y yo limpio. Y Dios es glorificado».

 El deseo de Corina es glorificar al Señor ayudando a la gente. Sin duda, tiene el don de hospitalidad, y lo ejercita bien. Dios ha dotado a cada uno de sus hijos de talentos y capacidades para que Él pueda servir a otros por nuestro intermedio. Puedes encontrar una lista de esos dones en Romanos 12:4-13, 1 Corintios 12:27-31, Efesios 4:7-12 y 1 Pedro 4:9-11. El Señor nos ha dado dones «para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén» (1 Pedro 4:11)

 —AMC Tú eres único; Dios te creó para que lo glorifiques como solamente tú puedes hacerlo.

lunes, 29 de julio de 2013

La sangre de Cristo pagó el precio de nuestra liberación del pecado.

Génesis 50:15-21; Juan 8:31-36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. —Juan 8:36 En su libro Throw Out Fifty Things [Deshazte de cincuenta cosas], Gail Blanke bosqueja cuatro «reglas del desapego» para ayudar a la gente a liberarse del abarrota-miento en su vida. La primera declara: «Si [tal cosa] te aplasta, te atasca o simplemente te hace sentir mal, tírala, regálala, véndela, suéltala, y sigue adelante». Pienso que esta regla del desapego también tiene una aplicación espiritual: no tenemos que seguir abrumados por los pecados del pasado.

Los hermanos de José lucharon contra esto. Años después de haber vendido a José como esclavo, recordaron su crueldad y tuvieron miedo de la venganza (Génesis 50:15). Entonces, enviaron un mensajero a hablar con su hermano para que le rogara que los perdonase (vv. 16-17). Lo hicieron a pesar de que José había actuado de manera bondadosa con ellos y les había transmitido tranquilidad (45:4-15). Muchos seguimos ligados a agravios cometidos en el pasado, a pesar de la misericordia y la bondad de aquellos a quienes tal vez perjudicamos. Sin embargo, la verdadera libertad llega cuando confesamos nuestro pecado a Dios.

El Señor nos perdona (1 Juan 1:9) y nos aleja de él (Salmo 103:12). Tal como afirma un versículo: ¡arroja nuestros pecados a lo profundo del mar! (Miqueas 7:19). Por esta razón, podemos traer a la mente que el Hijo nos ha libertado y que, entonces, somos verdaderamente libres (Juan 8:36). —

“Sin miedo al mañana”



Así, pues, justificados por la fe tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien tenemos también, por la fe, acceso a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos regocijamos en la esperanza de la gloria de Dios.

Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en los sufrimientos, porque sabemos que los sufrimientos producen resistencia, la resistencia produce un carácter aprobado, y el carácter aprobado produce esperanza. Romanos 5:1-4 Alguien dijo una vez: "El latino no le tiene miedo al fin del mundo, pero sí le tiene miedo al mañana". Tal miedo lleva a muchos a la desesperación, pues no esperan nada después del fin del mundo. Y tú, ¿le tienes miedo al mañana o al fin del mundo? Si así es, te invitamos a que, en vez de temer, busques al Señor que ha conquistado el temor, la muerte, y el futuro.

 Búscalo en su Palabra, donde encontrarás la esperanza que él nos da a través de Jesucristo, quien no sólo siempre está cerca de nosotros, sino que quiere ser encontrado para perdonar nuestros errores, calmar nuestros miedos, y fortalecer nuestra fe.

"Nuestro amigo fiel"



Invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás. Salmo 50:15 ¿Tienes muchos amigos? La sabiduría popular dice que en los momentos difíciles es cuando conocemos a las personas y descubrimos con quién podemos realmente contar. Y a Dios, ¿le tienes en cuenta?

 Dios le dice a su pueblo:"Invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás" (Salmo 50:15). Aun cuando tú no se lo has pedido, e incluso sin que te hayas dado cuenta, Dios te ha librado de muchos peligros ¡Dios es el amigo más fiel que tenemos!

¿Tienes algún amigo que está dispuesto a dar su vida por ti? Claro que sí: ¡Jesucristo! Él dice "Nadie tiene mayor amor que éste, que es el poner su vida por sus amigos"(Juan 15:13). Confía en Jesucristo. Él es tu amigo fiel. ¿Acaso no lo demostró al morir por ti en la cruz?

No pierdas la compasión...



 Una buena amiga mía llamada Cristina tiene un don sorprendente, creo que mucha gente se olvida que lo tienen: el don de la compasión. ¿Por qué lo llamo un don? Porque ella se lo da a otros. Verán, Cristina alberga gatitos sin hogar. Ella sale a rescatar gatitos en el bosque. Les cuida, se asegura de que estén saludables y les halla buenos hogares. Una gatita muy especial llegó recientemente a su vida. Su nombre es Savannah. Cuando Cristina halló a Savannah no estaba en buenas condiciones. Estaba sucia, temerosa y enferma.

Como con todos los nuevos gatitos, Cristina, les lleva a su casa, les limpia y les alimenta. Una vez que alcanzan las 2 libras, les lleva al veterinario en donde son examinados y vacunados. Recuerdo bien este día. Cristina había llamado con tristeza cuando descubrió que Savannah había resultado positiva con FIV. Es una enfermedad exclusiva para los felinos, similar al SIDA. No viéndose mejor que el día en que Cristina la halló, Savannah había dejado de comer y comenzó a perder mucho peso. Uno podía ver los huesos a través de su delgada piel. Finalmente dejó de caminar y comer del todo. Muchos considerarían esta una batalla perdida. Cristina invertía noches enteras cargando a Savannah, simplemente intentando hacerla sentir mejor. Todo el tiempo, Cristina misma se ponía peor. Ella lloraba, preocupada por Savannah.

jueves, 13 de junio de 2013

Vanidades

No olvidemos que Dios nos ha puesto en el camino de la vida, para ser canales de bendición a quienes nos rodean. 


Cuando la vanidad toca nuestro corazón comenzamos a mirar a los demás por debajo de nosotros y el que sube mucho pronto se puede caer. Es mejor estar al lado porque cuando tropezamos quién esta cerca nos tenderá la mano. 



 No os apartéis en pos de vanidades que no aprovechan ni libran, porque son vanidades. 1 Samuel 12:21



 No confíe el iluso en la vanidad, Porque ella será su recompensa. Job 15:31



Tiernamente

Mary

lunes, 10 de junio de 2013

"Cristo llena nuestro corazón"

 11 de Junio de 2013 Al de corazón sabio se le llama prudente; los labios amables aumentan el saber. Proverbios 16:21

 ¿De qué está lleno tu corazón? La Biblia dice que nuestra boca habla de aquello que está en nuestro corazón. Entonces, necesitamos preguntarnos: ¿Cómo hemos hablado, vivido, trabajado, estudiado? En otras palabras, ¿cómo nos hemos relacionado con las demás personas? Si Cristo vive en nuestro corazón, nuestra vida debe reflejar el amor con el cual él nos amó y nos salvó.


Un corazón saludable espiritualmente nos permite vivir felices y en paz con las personas, aun en los momentos más difíciles. ¿Será que el salvador Jesús está llenando nuestro corazón?


Tiernamente
Mary

Hoy... Seré LLamada Vencedora

Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce, sino aquel que lo recibe. Apocalipsis 2:17


 Esfuérzate, alma mía, por perseverar en la guerra santa, porque grande es el galardón de la victoria. Hoy comemos el pan que desciende del cielo que cae sobre nuestros reales; el pan del desierto, el pan del cielo, y que nunca falta para los que van caminando hacia Canaán.


 Pero en Jesucristo nos está reservado un nivel más elevado de vida espiritual, al mismo tiempo que un alimento apropiado que todavía no conoce nuestra experiencia. En el vaso de oro depositado en el arca, había escondida una porción del maná, que, a pesar de los siglos, no se corrompió. Nadie la vio jamás; estaba oculta en el Arca de la Alianza, en el Lugar Santísimo.


 De la misma manera, la más alta vida del creyente está escondida con Cristo en Dios. Pronto llegaremos a ella. Hechos vencedores por la gracia de nuestro Señor Jesús, comeremos de las viandas del Rey, y nos regalaremos con los manjares más delicados de su mesa. Nos alimentaremos de Jesús. Él es nuestro «maná escondido», además de haber sido nuestro maná en el desierto.


Él es todo en todos, cualquiera que sea nuestra situación. Nos fortalece en el combate, nos da la victoria y después será nuestro galardón. Hoy la Victoria está reservada. Esa Victoria fue conseguida en el Calvario.

Tiernamente
Mary