sábado, 25 de mayo de 2013

Es mejor atravesar la tormenta con Cristo que navegar tranquilos sin Él.





Lectura: Salmo 107:23-32 Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso […]. Y los libra de sus aflicciones. —Salmo 107:25, 28


 Los antiguos habitantes de la nación de Axum (ubicada en las inmediaciones del Mar Rojo, en la actual Etiopía) descubrieron que los vientos tormentosos de la temporada monzónica podían aprovecharse para navegar velozmente con velas.

En vez de temer a los vientos huracanados y a las lluvias, aprendieron a capear la tormenta. El Salmo 107 describe maravillosamente la forma en que Dios permite que las tormentas se crucen en nuestro camino, para luego brindarnos ayuda para navegar en medio de ellas: «Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso […].


Y los libra de sus aflicciones» (Salmo 107:25, 28). Confiar en Dios en tiempos de dificultad es un tema bíblico. Hebreos 11 menciona a muchos que utilizaron sus problemas como una oportunidad para ejercitar la fe y experimentar la gracia, la provisión y la liberación divinas: «… por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad» (vv. 33-34).


 Las circunstancias tormentosas son inevitables. Aunque nuestra primera reacción quizá sea huir del problema, en su lugar, podríamos pedirle a Dios que nos enseñe a confiar en Él para navegar en medio de la tormenta. —
Tiernamente
Mary

martes, 21 de mayo de 2013

¿Abandonada? Jamás

 … Yo nunca me olvidaré de ti. Isaías 49:13-16


He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida… —Isaías 49:15-16


 Hace años, mis padres, tuvieron la oportunidad de visitar el Museo Nacional Benjamín Vicuña Mackenna, (Santiago) mientras disfrutan del panorama, vieron que había un cochecito de bebé sin nadie cerca. Pensaron que los padres lo habían dejado allí y que estaban acarreando a su bebé en brazos, pero, cuando se acercaron, estaba el pequeño durmiendo. Mi padre pregunto a las personas que se encontraban allí ¿Dónde estarán los padres? … les habrá pasado algo?… Ellos, (mis padres) se quedaron allí un rato antes de llamar a un empleado del museo.


¡Nadie aparecía para reclamar al precioso niño! La última vez que lo vieron, estaban llevándolo en su cochecito a un lugar seguro.


 Esa experiencia me hizo pensar en cómo será sentirse abandonada.¿Cómo será un día despertar asustada y estar sola sin nadie a tu lado?.

 Es  una sensación tremenda que nadie se preocupe por uno; un sentimiento terriblemente doloroso.



 Pero aunque la gente nos abandone, me consuela que el amor y la presencia de Dios están asegurados. Él promete que nunca nos dejará (Deuteronomio 31:8), que estará con nosotros dondequiera que vayamos, «todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:20). El Señor nunca dejará de cumplir lo que les prometió a sus hijos. Aunque los demás nos hayan abandonado, podemos confiar en su promesa de que nada «nos separará del amor de Cristo» (Romanos 8:35-39). La confianza en la presencia de Dios es nuestro consuelo.


 Tiernamente
Mary

¡Levántalo!

Cuando Colin Powell era un joven oficial de infantería, sirvió en Frankfurt, Alemania.


 Un día su pelotón fue asignado para custidiar un cañón atómico de 280 milímetros. Powell alertó a sus hombres, cargó su pistola calibre 45 y saltó dentro de su jeep. Después de un pequeño recorrido, se percató que ya no tenía su pistola 45. Sabiendo muy bien que la pérdida de un arma era considerada un asunto serio, llamó de mala gana por radio a su capitán Tom Miller.

 Cuando Powell regresó, el capitán Miller le dijo: "Tengo algo para usted", y le entregó a Powell su pistola. Le dijo: "Algunos niños del barrio la encontraron donde se le cayó de su cartuchera". Powell sintió un escalofrío. ¿La habían encontrado niños? "Sí"; continuó Miller, por suerte solamente dieron una vuelta antes de oír nosotros el tiro y quitarles la pistola. Miller concluyó: "Por el amor de Dios, hijo, no permitas que esto ocurra otra vez". Powell revisó más tarde su pistola y comprobó que no había sido disparada.

La había perdido dentro de su tienda de campaña. Miller había urdido esa historia para darle un susto. Powell concluyó su relato: "Su ejemplo de liderazgo inteligente no se perdió en mí. Nadie llegó jamás a la cima sin resbalar. Cuando alguien tropieza, no creo que hay que pisarlo fuerte. Mi filosofía es: Levántalo, sacúdele el polvo y ponlo nuevamente en carrera".

 El hombre que no se equivoca, generalmente no hace nada. Salmo 37:24 Cuando caiga, no quedará derribado, porque el Señor sostiene su mano.

 Fuente El libro devocionario de Dios para Hombres, editorial Unilit.

lunes, 20 de mayo de 2013

"¿Cómo es la vida eterna?"

¡Vida eterna en el cielo! Nuestro limitado vocabulario encuentra dificultad para traducir esta realidad. El ser humano no consigue expresar la grandiosidad de la vida que tenemos en el cielo. No hay posibilidades de comparación con cualquier cosa de este mundo.


No hay nada en nuestra realidad de seres imperfectos y pecadores que pueda ser comparado a la vida delante del trono de Dios. Gracias al amor del Padre, podemos estar seguros de que con él estaremos felices y alegres. Pero no como resultado de nuestro propio esfuerzo o sacrificio, sino gracias a la fe en Jesucristo.

Quien vive día a día esta fe, vivirá por la eternidad delante del trono del Señor.

 Pero como ya han sido liberados del pecado y hechos siervos de Dios, el provecho que obtienen es la santificación, cuya meta final es la vida eterna. Romanos 6:22

Tiernamente
Mary

domingo, 19 de mayo de 2013

SOY UN PUENTE LLAMADO AMISTAD



Los puentes son como ciertas personas: Su importancia se valora cuando ya no están, o cuando están rotos y no se les puede usar. Existe una cantidad impresionante de puentes:Cortos y largos, anchos y estrechos, seguros e inseguros, caros y económicos.
 Todos tienen sin embargo, algo en común: Sirven para unir dos orillas. Atravesándolos, uno siente que, de algún modo, lleva un mensaje al otro lado.


También las personas estamos llamadas a ser puentes, para facilitar el encuentro, para superar aflicciones, para estimular el perdón. Hacer de puente a veces cuesta, pero cuando da resultado, la gratificación es grande. Quiero ser para ti como un puente sobre el río. Del lado de acá está tu hoy..... Del lado de allá tu mañana. Entre los dos lados, el río de la vida, a veces sereno, a veces turbulento, a veces traicionero y a veces profundo y revuelto.




ES NECESARIO ATRAVESARLO.... No soy Dios ni pretendo jugar a ser Dios...Sólo Él puede llevarte con seguridad al otro lado....Pero yo quiero ser el puente que haga más fácil la travesía. Si crees que no es bueno pasar sólo, usa mis hombros. Si me balanceara, no tengas temor...Dios me ha colocado en tu camino para ayudarte a cruzar el río.... No dudes en utilizarme, y cuando llegues, déjame, si quieres. Si, me entiendes bien, déjame donde estoy. Otros han pasado por medio de mi, igual como tu pasaron.... Pero quiero que continúes tu marcha......




Soy tu puente para muchas travesías de la vida, pero aún tengo otro nombre...... SOY UN PUENTE LLAMADO AMISTAD..... "Se puente para dejar pasar siempre, sin retener nada".


Tiernamente

Mary

martes, 14 de mayo de 2013

Tiempo de Actuar


La mujer se rió cuando me contó de la vez que despertó a su esposo para decirle que estaba de parto y que tenía que ir al hospital. Él saltó de la cama, cayó de rodillas, y dijo: «Cariño, vamos a orar.» Ella le dijo que no era el momento de arrodillarse a orar. Era el momento de vestirse y salir para el hospital. ¡Era tiempo de actuar!


 Ese fue el tipo de mensaje que Dios le dio a Moisés cuando dijo de los israelitas: «¿Por qué clamas a mí?» (Éxodo 14:15). Poco antes, Faraón había permitido a los israelitas salir de Egipto, pero entonces cambió de parecer (vv.5-6). Queriendo traerlos de vuelta, él y su ejército los persiguieron (vv.7-9). Los israelitas se aterrorizaron cuando vieron que los egipcios se acercaban. Estaban atrapados en la costa del mar Rojo sin poder ir a ninguna parte. Pero Moisés aseguró a Israel que Dios los libraría.

Ese era el momento de actuar, no de clamar a Él. Era hora de pasar «por en medio del mar, sobre tierra seca» (v.16). Hay un tiempo adecuado para todo (Eclesiastés 3:1), incluyendo un tiempo de orar y un tiempo de actuar. Cuando vemos a alguien a quien le falta comida y ropa, es correcto suministrar lo que necesitan (Santiago 2:15-16). A veces necesitamos confiar en Dios y tomar medidas inmediatamente. -

Tiernamente
Mary

jueves, 2 de mayo de 2013

“Fe en la persona correcta”

Para que en Cristo Jesús la bendición de Abrahán alcanzara a los no judíos, a fin de que por la fe recibiéramos la promesa del Espíritu. Gálatas 3:14 Muchas de las promesas que las personas hacen son imposibles de ser cumplidas.

Un padre promete comprar un juguete a su hijo, pero luego no tiene dinero para hacerlo. El jefe promete mejorar las condiciones de trabajo a sus empleados, pero luego no lo hace. La novia promete amor eterno a su novio, pero luego ese amor es interrumpido. Alguien una vez dijo, irónicamente: "todo es eterno mientras dura." Una de las promesas eternas de Dios es la salvación a todo aquél que cree en su hijo Jesucristo.

Muchas personas no creen en esta promesa de Dios, y el no creer trae consecuencias. Dios es fiel; por lo tanto, quien no cree no obtiene lo que la promesa de Dios ofrece. Pero quien cree, recibe aquello que las promesas de Dios ofrecen. Si quieres poner tu fe en algo estable y de valor, ponla en las promesas de Dios. Ellas están registradas en la Biblia, la Palabra de Dios. Tu vida cambiará y tendrás algo de valor eterno.


Tiernamente
Mary Salinas

Obediencia y Reposo

En una expedición de caza, una familia se detuvo para almorzar. Los niños jugaban a la sombra de un árbol, distantes de sus padres y del resto de los adultos del grupo.

De repente, el padre de uno de ellos, pegó un salto y gritó a su hijo: "Échate al piso" y éste lo hizo inmediatamente. Los otros en el grupo se impactaron al saber que una serpiente venenosa se arrastraba por el árbol lista para atacar al niño. Si lo hubiese mordido, habría muerto.

Sólo el padre del infante vio la serpiente. Causó asombro la respuesta instantánea del chico ante la orden del padre. Este último explicó el amor permanente que disfrutaban y que cada vez era mayor, tomando como punto de partida la verdad que había en cada uno. El muchacho no vaciló ante la orden de su padre confió en él y respondió en consecuencia a ello. El padre también esperaba que ese fuera el proceder de su hijo. El reposo que ambos disfrutaron más tarde ese mismo día, fue evidencia del descanso perdurable que Dios tiene para cada uno de sus hijos a medida que aprendemos a confiar en Él.


 Dios quiere permanecer en nosotros, y anhela que permanezcamos en Él.

Esta permanencia se hace más fácil para unos que para otros. No siempre es posible saber lo qué Dios ha planeado para nuestras vidas, pero podemos asegurar que cualquier cosa que sea, Él está listo para sostenernos en esa situación y capacitarnos con lo necesario para soportar, mientras ahí Él nos quiera. La permanencia comienza con la confianza y concluye con absoluto descanso. Juan 15:4 "Permaneced en mí, y yo en vosotros".


Tiernamente
Mary Salinas